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LO NUEVO

Solicitaba entonces la presencia de un amante y no tanto por la cuestión del  sexo prohibido que sabe a gloria siendo el infierno sino por el asunto de la poesía de los atardeceres robados de caminar descalzos de compartir espacios vedados para los otros por el asunto de mirarse a hurtadillas del claroscuro de los besos de la posibilidad de volvernos eternos un amante parecía entonces el pretexto perfecto... ..................................Y lo sigue siendo.

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